Una aventura al interior
Parte de nuestra historia
En el siglo XV, El Shincal de Quimivil era la última urbe ubicada al sur del Coyasullo, región del imperio Inka. Pero mucho antes, gran parte de Catamarca estuvo ocupada por tribus de alto desarrollo cultural pertenecientes a la nación diaguita. Los nativos hablaban el kakán, una lengua que desapareció durante la conquista incaica y la posterior colonización española. Recientemente un equipo de arqueología recuperó a este antiquísimo complejo de recintos dispersados en una superficie de 21 hectáreas.
Situado al pie de la sierra de Quimivil, el Shincal fue construido y habitado por los incas entre 1.470 y 1.536. Allí se observa un soberbio tramo del camino real, acueductos de piedra, plataformas cívicas y religiosas, galpones para los soldados, colinas amuralladas, escalinatas, atalayas y corrales.
El parque arqueológico de El Shincal se encuentra a tres kilómetros de Londres, la segunda ciudad más antigua del país, y a quince kilómetros de Belén, cabecera del departamento homónimo, cuna del poncho y región de ala minería, tierra pródiga en artesanías, platos regionales y costumbres ancestrales.
El siencio de las montañas y el peso de su historia hacen de este sitio el cuarto atractivo turístico de su clase en la Argentina.